La figura y gobierno de José Manuel Balmaceda son parte importante de nuestra historia y, hasta el día de hoy, despierta las más profundas pasiones: para unos, fue un estadista visionario que impulsó grandes cambios en infraestructrura, educación y modernización del Estado; para otros, un cruel dictador que por su soberbia e intransigencia provocó la guerra civil de 1891.