El paso de la niñez a la juventud es el eje evocador que recorre Ernestina para reconstruir las distintas historias de sus amigos. De ese modo, y con cierto aire nostálgico que confiere aún más encanto al relato, se suceden una tras otra las aventuras, siempre empapadas de bondad, desprendimiento, alegría y generosidad. Enriqueta Flores es profesora de Castellano con una vasta experiencia en establecimientos educacionales de Santiago.