Este
libro busca permitir un acercamiento a diversos aspectos del
pensamiento anarquista, revisando la vigencia y los alcances de un
pensamiento (no sólo en sus manifestaciones políticas, sino también
filosóficas, antropológicas y artísticas) que, siendo poco explorado y
generando numerosos malos entendidos e ideas preconcebidas, posee una
tradición filosófica y literaria muy importante.
Henry David
Thoreau decía: «No hay autoridad más libre y civilizada / que la de mi
propia vida; // ustedes, señores, / quédense con sus reinos / y sus
mezquinos poderes, / nunca tan inmensos como mis sueños». El anarquista
genuino descree del institucionalismo de la autoridad, de la
parafernalia burocrática del poder, no de la autoridad en si´ misma; por
eso es un hombre más de principios que de reglas, más de convicciones
que de imposiciones. Entre el «optimista escrupuloso» y el pesimista
luminoso, el anarquista ondea en un paisaje caleidoscópico: están los
anarquistas clásicos, de estampa anarcocomunista (Bakunin y Kropotkin);
los anarquistas cristianos (de la escuela de León Tolstoi y Jacques
Ellul); los individualistas (Thoreau y Max Stirner); los anarquistas
conservadores (Orwell y Borges); y quienes sostienen un anarquismo
epistémico, como Paul Feyerabend. A todos ellos los encontrarán en este
libro. Armando Roa Vial. Descontexto.