En un departamento de Santiago de Chile, en una reunión cargada de olor a vino y marihuana, un trío de amigos escucha el violento relato de un extraño, ocurrido en las profundidades de la tierra mapuche.
En un momento de desesperación y lucidez, un hombre sometido al cigarro y al trago busca un acto de expiación luego de cometer un crimen.
Incendios y vírgenes. Sexo en departamentos y bajo la estrellada noche del sur. Mapuches y winkas. Atropellos y huidas. Y como dato de la causa, lo real inflamando la ficción: El hijo de un senador acusado de un crimen. Un comunero mapuche asesinado por la espalda. Y una pareja de ancianos colonos chileno-alemanes o chileno-suizos atrapada en la ardiente violencia de la noche mapuche. Porque solo el fuego y las historias (verídicas o inventadas) nos pueden iluminar. Como si todo fuera un sueño. O una pesadilla.