En esta pionera obrita dirigida a Felipe II sobre la conveniencia de construir una gran biblioteca pública, el humanista Juan Páez de Castro revela los ideales de una generación brillante de intelectuales imbuidos de una idea del saber, de un modo de aproximación a los libros y a la difusión abierta del conocimiento que el propio poder monárquico ya estaba poniendo en entredicho.