Encerrado en su casa de Regents Park a finales de 1944, el escritor Herbert George Wells, «H. G.» para los amigos, intuye que se está muriendo. Una vez fue el novelista más famoso del mundo, «el hombre que inventó el mañana»; ahora se siente como un viejo anclado al pasado, abandonado por los lectores y deprimido por el fracaso de sus sueños utópicos. Es durante esos largos ratos de soledad cuando empieza a oír la voz de un interlocutor imaginario que ejerce de confidente, entrevistador y juez al mismo tiempo, y que lo obliga a mirar atrás: a sus inicios poco prometedores, a su rápido ascenso a la fama como escritor profético, a sus intensas relaciones con las grandes figuras literarias de su tiempo. a sus escarceos políticos como líder fabiano, a su práctica del amor libre. A sus dos esposas y a sus muchas amantes, como la brillante estudiante Amber Reeves y la ambiciosa Rebecca West.
David Lodge nos presenta a un personaje tan contradictorio como talentoso: un socialista que disfrutó de su riqueza, un aclamado escritor que se revolvió contra la novela literaria, un mujeriego feminista; sensual y romántico, irresistible y exasperante según soplara el viento, pero siempre vitalmente humano.