Santiago y Concepción son los escenarios asignados a los personajes de Los trabajadores de la muerte. Dentro de una atmósfera narrativa velada por la capacidad externa con que significa el enigma , un personaje sale de Santiago rumbo a Concepción, un lugar éste cuyo nombre (concepción, acción de concebir, de engendrar, de dar comienzo) lo inscribe en un espacio de sentido originario. Como Edipo (otro viajero, cuya historia evoca), tampoco sabe que va a cumplir con lo que estaba ya establecido: un destino. Un destino de transgresión y de muerte.