Pocos hombres tan representativos del espíritu de su siglo como Pietro Aretino (1492 - 1556). El Divino para unos, Azote de príncipes para otros, libertino y desvergonzado para todos, fue una de las figuras más singulares y poderosas de Venecia. Su variada y extensa obra literaria ha determinado que su impar figura siga brillando con luz propia, aunque no pura, en el firmamento de los hombres ilustres del .