Situado en el Chile de posdictadura, Ropa heredada muestra a diversos personajes que ejercen el trabajo siendo niños. Desde estacionadores de autos, vendedores ambulantes de frutas y verduras y aspirantes a futbolistas, hasta pasteleros de La Ligua. A pesar de ser relegados a una zona de abandono, vulnerabilidad y represión, los protagonistas de este libro responden con libertad, autonomía e ingenio, sobreviviendo en ese espacio ambiguo entre juego y necesidad que representa el trabajo para ellos.