De los libros y herejes incinerados en las piras de la Inquisición a las
autoinmolaciones en las concentraciones de protesta, de la quema masiva
del calentamiento global al crisol de razas, de la imagen de las
chispas revolucionarias prestas a encender los espíritus de los
oprimidos hasta los atentados con coches de Oriente Medio, el fuego
resulta ser la condición sine qua non de la política.
Piropolítica en un mundo en llamas pretende crear un campo
semántico-discursivo que atraiga hacia sí, como un imán, los casos en
que incendios, llamas, chispas, inmolaciones, incineraciones y quemas
han hecho su aparición en las teorías y prácticas políticas. Basándose
en la teoría política clásica, la teología, la filosofía, la literatura y
el cine, así como en un análisis de la actualidad, Michael Marder
sostiene que la geopolítica, o política de la Tierra, siempre ha tenido
un reverso inestable, a la vez sombrío y cegador: la piropolítica, o
política del fuego. Si este doble oscuro de la geopolítica dicta hoy
cada vez más las reglas del juego, es crucial aprender a hablar su
lenguaje, discernir sus manifestaciones y proyectar hacia dónde se
dirige nuestro mundo en llamas.