Las paradojas irrumpen en una zona de alta tensión, activadas por la escritura de figuras como Juan Francisco Manzano, esclavo cubano que apropia y resignifica la letra del amo, o la anarquista puertorriqueña Luisa Capetillo, quien encuentra en la escritura el soporte de una imaginación radical que le permite pensar una “humanidad del futuro”, así como Flora Tristán, que pone en juego la noción de herencia y de filiación en su relato de viaje al país natal del padre, el Perú, donde la “paria” se reinventa mediante una escritura que impugna la lógica de la procedencia y el reconocimiento. También el exguerrillero salvadoreño Alberto Mendoza, desplazado en California, activa las paradojas cuando es juzgado por asesinato en las Cortes del Condado de Marin, donde su poesía fue utilizada como evidencia “humanizante” en un juicio de pena de muerte. Se incorpora ahora a la constelación el intelectual carcelario afropuertorriqueño Martin Sostre, activista por muchos años en las luchas por los derechos de los presos en los Estados Unidos, para quien el derecho es un “campo de batalla”. En todas estas narrativas y las que completan esta nueva edición se problematiza la relación entre el cuerpo y la lengua, en la medida en que las intervenciones de estos sujetos subvierten el cerco exclusivo de la letra. Sus escritos sacuden hábitos de lectura, horizontes de sentido. Aunque no siempre exhiben el drama heroico de las voluntades iconoclastas, tampoco encontraremos en sus historias jactancia de quietud. Sus prácticas propician, ya sea vigorosa o recatadamente, la dislocación de conceptos e ideologías de la crítica literaria y cultural en la encrucijada de la crisis de la autonomía, el ímpetu de la interdisciplinariedad y la construcción de nuevos “objetos” de estudio desde el último cuarto de siglo XX. La primera edición de Paradojas de la letra fue publicada en 1996, gracias a una colaboración entre la Editorial eXcultura de Caracas y la Editorial de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito. Esta edición chilena organiza los materiales en torno a tres núcleos: lengua, subjetividad y ley. De la primera edición se mantienen cuatro textos. Se suman a ellos tres más escritos durante la década de los noventa. Completan esta nueva arquitectura la traducción al español de “Un cuerpo ciudadano. La epidemia del cólera en la Habana (1833)” y “Martin Sostre o la subversión del juicio. Escritura carcelaria, derecho y anarquismo”.