A principios de la década de 1990, un joven historietista llamado Joe Sacco decidió viajar por Palestina para documentar sus vivencias bajo la forma artística del cómic. Allí, paseó por mercados, se entrevistó con prisioneros, charló con manifestantes, comió con agricultores, visitó enfermos en los hospitales y, en definitiva, se zambulló en la vida y la cultura de los habitantes de Gaza y Cisjordania. Fruto de aquella apasionante experiencia surgió Palestina, la primera gran obra periodística de Sacco y, a la postre, uno de los mejores trabajos políticos e históricos publicados en los últimos años.