Un caluroso y aburrido día de verano, Mika decide transformar su hogar en un agradable balneario. Esta vez el refrigerador se convierte en el centro de una aventura refrescante. Con la chispeza que la caracteriza, Mika nos muestra cómo los días calurosos pueden ser los más divertidos, y cómo la curiosidad y el ingenio pueden convertir cualquier objeto cotidiano en el complemento perfecto de la imaginación.