Tras hacer un pacto con el diablo, Addie en- trega su alma a cambio de la inmortalidad. Sin embargo, ningún trato faustiano está exento de consecuencias: el diablo le entregará la inmortalidad que tanto desea, pero le quitará algo que ella anhelará durante toda su existen- cia: la posibilidad de ser recordada. Addie abandona su pequeño pueblo natal en la Francia del siglo XVIII y comienza un viaje que la lleva por todo el mundo, mientras aprende a vivir una vida en la que nadie la recuerda, y todo lo que posee acaba perdido. Durante trescientos años no será más que la musa de numerosos artistas, y tendrá que aprender a enamorarse de nuevo cada día, y a ser olvidada a la mañana siguiente. Su único compañero en este viaje, su oscuro demonio, la visita cada año en el día del aniver- sario de su trato. Completamente sola, a Addie no le queda más remedio que enfrentarse a él, com- prenderlo y, tal vez, ganarle la partida. Pero un día Addie conoce a alguien que pone su mundo al revés... Por primera vez, alguien la recuerda. ¿Será éste el punto final de la vida de Addie LaRue? ¿O tan solo serán puntos suspensivos?