Textos concisos, investigaciones y casos actuales, discutidos a varias voces. Cuando la diferencia es borrada entre niños y adultos, entre hombres y mujeres, entre procesos de verdad y falsificación, entre un dicho y otro, atañe entonces a cada discurso y a cada uno que se inscribe en ellos la construcción de esta diferencia en los tiempos y lugares en los que los cuerpos hablantes están presentes. El discurso analítico es ese lugar y ese lazo en el que se demuestra que nuestra diferencia no se encuentra a merced de la voluntad de un Otro, o de un otro, y tampoco de la voluntad del propio sujeto, ya que proviene de lo real. Para cada niño, mujer o varón, la diferencia sexual produce una in-terrogación. ¿La “fluidez de los géneros” podría imponerse como nueva norma en nombre de la libertad de cada quien para elegir su propio sexo? ¿Bastan la moda unisex y la denuncia del sexo de asignación para dar más margen de maniobra a los niños en la elección de una posición sexuada? ¿Cómo orientarse frente al impasse de lo sexual? Jacques Lacan emplea el término de sexuación para diferenciar el sexo como dato biológico y su subjetivación por parte de un ser hablante. La sexuación es el proceso por el cual el niño se descubre, se reconoce y se nombra como de un sexo o de otro. Ser sexuado parece así librado a toda suerte de determinaciones. Pero, para cada niño, cada joven y cada adulto, eso sigue siendo una aventura absolutamente singular, que puede conducir a encontrar a un psicoanalista. Tomando con seriedad estas determinaciones, el analista puede soltar esas ataduras del niño. El juego de la lengua da la libertad de cuestionar de otro modo los discursos de la tradición, así como los nuevos estereotipos. Este libro esclarece esas preguntas mediante textos concisos, investigaciones y casos actuales, discutidos a varias voces.