Una apasionante y vertiginosa obra que reconstruye la historia y el
destino de algunos comediantes judíos que, en la década de 1930, dieron
al cabaret y al espectáculo centroeuropeo, y en particular al berlinés,
su grandeza legendaria. La suerte de estos artistas quedó truncada
inexorablemente por la llegada de Hitler al poder. Expulsados de los
escenarios que habían dominado, recluidos en los guetos o deportados a
los campos de exterminio, los cómicos judíos siguieron actuando en
condiciones cada vez más dramáticas y kafkianas. La comedia no era sólo
una obligación sino una verdadera necesidad, pues para poder sobrevivir
debían entretener y hacer reír a sus verdugos. Los periplos personales
de Kurt Gerron, Max Ehrlich o Paul Morgan, entre otros, se convierten
así en la ocasión para reflexionar sobre el humor y la resiliencia, y el
teatro del absurdo. Asimismo, aportan nuevas informaciones y
perspectivas acerca de un capítulo poco conocido de la Shoah y la
cultura del siglo XX.