En este libro, testimonio de la profunda amistad entre George Steiner y
Nuccio Ordine, el amor por los clásicos, la pasión por la enseñanza y el
papel esencial de la literatura para la humanidad constituyen los temas
de un intenso diálogo nutrido durante más de quince años. Ordine traza
un original retrato de Steiner, al que describe como un «huésped
incómodo» que habitó el judaísmo, la literatura y la vida de un modo muy
singular: no sólo dijo a menudo lo que muchos habrían preferido callar,
sin atenerse a las convenciones o los tabúes, sino que su propia
concepción de la vida encontró su verdadero fundamento en la idea del
huésped. Ésta no consistía tanto en una invitación a respetar
pasivamente las leyes de quien nos acoge, cuanto en la oportunidad de
contribuir a mejorar la vida de los demás y la propia a través del
intercambio de ideas y el diálogo, un ideal tan necesario como difícil
de poner en práctica. .