La protagonista de esta historia -una escritora de culebrones televisivos- se encuentra en la basura la fotografía de un luchador de kung fu. Ella está segura de que es su padre, a quien no ve desde pequeña. Decide buscarlo y en ese afán se asoma a un pasado donde la historia familiar se mezcla con la tragedia de la dictadura militar. En un juego de ficciones que la llevan a inmiscuirse en las artes marciales, la policía secreta de la dictadura y la estatura moral de quienes lucharon en contra de la barbarie, la realidad la golpea en la cara: su hijo pequeño cae de improviso en un sueño profundo del que no puede despertar. Con gran talento narrativo, la autora de Fuenzalida nos lleva de la mano por un laberinto de increíbles historias que se van entrelazando y que parecen decir al lector que es imposible cerrar los ojos ante los recuerdos, ya sean personales o colectivos.