Un rey cree tener todo en su reino de nada. Un gran ejército, miles de caballos y una gran extensión de tierra. Pero un buen día aparecerá un pequeño algo que desestabilizará la tranquilidad vacía. El rey lo meterá en el calabozo y, después de una gran lucha con espada, descubrirá que en su reino de nada han florecido miles de algos, convirtiendo, por fin, toda esa nada en un reino de TODO.