Desde su aparición en 1917, el libro cosechó un éxito rotundo dentro y fuera de Rusia. Pronto llamó la atención de escritores como Thomas Mann o Elias Canetti, quien lo leyó como si se tratase de la mejor literatura rusa que uno ama. Es la imagen de la Primera Guerra Mundial más fiel y verdadera que conozco, no escrita por un escritor, sino hablada por personas que, sin sospecharlo, son todos escritores, anotó en uno de sus cuadernos de apuntes.
Thomas Mann apreciaba extremadamente este libro. Su ejemplar de bolsillo, que se encuentra en el Archivo de Thomas Mann de Zurich, está repleto de señales, subrayados y anotaciones de distintos años.
Es tal la imagen de la guerra que de ellas se desprende que todos deberíamos conocerlas de memoria. (Elias Canetti)
Es un libro muy valioso que merece una tirada popular grande. (Máximo Gorki)
Es simple y maravilloso como documento, fuerte como Tolstói. (Sokolov-Mikítov)