Arthur Machin es hijo de un simple minero y no espera salir de la
ciudad industrial del norte de Inglaterra en la que nació, un agujero de
frustración y aburrimiento, pero su vida cambia cuando el equipo local
de rugby lo ficha para la Liga Nacional inglesa. De la noche a la
mañana, todo el mundo conoce su nombre, se codea con los hombres más
poderosos de la zona y puede comprar todo lo que se le antoje. Sin
embargo, Arthur no tarda en darse cuenta de que la popularidad no
implica necesariamente la felicidad. Mientras va incomodando cada vez
más a las clases altas, que no suelen admitir a nadie de origen humilde
en sus selectos círculos, Machin trata infructuosamente de hallar cariño
en la señora Hammond, su casera, y demostrarse a sí mismo que es algo
más que una torpe marioneta de la sociedad, incapaz de hacer nada salvo
regodearse en su propia fama. Una triunfal oda a la Inglaterra
rugbística de los sesenta que habría firmado el mismísimo Alan Sillitoe:
un mundo metálico de mugre, barro, sudor y ambiciones desnudas, pero
también de gloria y tardes triunfales con el oval bajo el brazo. La
historia de un gladiador moderno en un entorno brutal, de jugadores
fieros, hinchas acérrimos, narices ensangrentadas, dientes rotos y baños
comunitarios, en una Inglaterra en perpetua búsqueda de la redención.