Corre el año de 1631. Mientras la peste asola Florencia, una red de intrigas y crímenes envuelve al convento de San Mateo, donde han tomado los hábitos Virginia y Livia, las dos hijas del científico más vigilado por la Inquisición, Galileo Galilei. Dentro de los muros de este recinto, ambas hermanas en compañía de sor Agnese, una monja apasionada por la ciencia, ayudan a transcribir las novedades astronómicas que surgen de la mente del genio.
Una noche, tras haber estado observando las estrellas, Agnese aparece sin vida y todas las pistas indican que no se trata de un simple accidente, pues se rumora que la ingeniosa monja ha estado trabajando en un nuevo aparato que podría comprobar de una vez por todas las teorías que Galileo ha luchado por exponer y que la Iglesia prefiere mantener ocultas. Así, el astrónomo se verá arrastrado hacia una sencilla pero inconcebible verdad: hay un asesino en el convento y es solo cuestión de tiempo para que cobre una nueva víctima.
Si Galileo quiere salvar a sus hijas tendrá que descubrir al homicida y, al mismo tiempo, enfrentar un enigma que podría cambiar la historia de la astronomía para siempre.