Decretaba el fin de la novela amorosa, piedra de toque del naturalismo en la que habían incursionado, con suertes dispares, desde Dumas hasta Tolstoi, pasando por Balzac, Flaubert y Maupassant. Harto de todo aquel "marivaudage", de tanta pasión doliente entre duques y condesas, entre burguesas y soldados, inauguraba el gest o experimental que habría de cambiar radicalmente el punto de mira de la literatura venidera: el fresco social y la novela de amor iban a ceder su cetro a obras que, por hallarse ésta precisamente en crisis, se abocaron a interrogar la individualidad. Pero algo esencial había quedado en el tintero. Hacia 1920, un adolescente hermoso, visionario y trágico escribía dos grandes novelas de amor. El "enfant terrible" que narra en primera persona la historia de adulterio y de iniciación amorosa de El diablo en el cuerpo -sobre el fondo más miserable que épico de la primera guerra mundial- se da el lujo de amar y de diseccionar al mismo tiempo el amor como un médico que observa su propio cáncer al microscopio.
Nº de páginas: 129 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Lengua: CASTELLANO