Cuando la Historia de la ópera analice el final del siglo XX y el
comienzo del siglo XXI, todos los nombres que aparecen en
este libro tendrán un capítulo especial como representantes de
cuatro generaciones entrecruzadas. Por un lado, la de Plácido
Domingo, Luciano Pavarotti, Josep Carreras o Teresa Berganza;
por otro, la de Renée Fleming, Barbara Hendricks y Roberto
Alagna, junto a quienes también han marcado con fuerza las
dos primeras décadas del nuevo milenio, como Cecilia Bartoli,
Anna Netrebko, Sondra Radvanovsky, Carlos Álvarez, Jonas
Kaufmann, Juan Diego Flórez, Javier Camarena, Rolando
Villazón o, después, Philip Jaroussky y Jakub Jozef Orlinsky. En
el escenario todos ellos se sienten, en su fortaleza y su
fragilidad, auténticamente divos. Pero también, desde fuera,
figuras como Peter Gelb o Gerard Mortier, verdaderos magos,
han sido capaces de transformar, desde su audaz visión de la
cultura, un espectáculo como la ópera, para que sobreviva en
el futuro. A todos ellos los ha conocido de cerca y entrevistado
a menudo Jesús Ruiz Mantilla, como cronista musical. Juntos
conforman una visión apasionada, lúcida y polémica del
mundo del arte y de la música. Todos abordan sus valores y
filosofías de la vida, sus carreras, la política, el amor, ciertas
manías, pasiones, excesos y locuras, sus glorias y ocasos… Un
retrato colectivo donde prima la dimensión humana de estos
seres divinos que bordean la tragedia y saben también reírse
de sí mismos y de lo que les rodea sin dejar indiferente a
nadie