En el apogeo de la pandemia, Ben McKenzie, la estrella de la television, era el emblema perfecto para las criptomonedas:un padre encerrado en casa con algo de dinero en el bolsillo, preocupado por su familia, armadosolo con la vaga nocion de que la gente estaba ganando carretadas de dinero con algo que el (a pesar de tenerun grado en economicas) no entendia por completo. Atraido por unas promesas grandilocuentes/utopicas y,ciertamente, por un poco de miedo a perderse algo, McKenzie se sumergio de cabeza en el blockchain (las cadenasde bloques), el Bitcoin y las muchas otras monedas y mercados en los que se negocian; pero despues deprofundizar un poco, tuvo que preguntarse: "¿Estoy loco o todo esto es un enorme timo?".En Dinero facil, McKenzie emplea la ayuda del periodista Jacob Silverman para una aventura de investigacion sobre las criptomonedas y su extraordinario crac. Entrelazando historias de agentes de bolsa corrientes y victimas, de "visionarios" extravagantes de las criptomonedas, de los mayores creyentes fervientes de Hollywood, de los denunciantes contrarios a las criptomonedas y de los agentes gubernamentales, Dinero facil supone una observacion sobre el terreno de una tormenta perfecta de irresponsabilidad y fraude delictivo. Basado en un reportaje llevado a cabo