Charlie Reade es un chico normal y corriente hasta que hace dos amigos inesperados: un perro llamado Radar y su anciano dueño, Howard Bowditch, un ermitaño que vive en una casa enorme sobre una colina enorme y tiene un cobertizo cerrado a cal y canto en el patio trasero. A veces, sonidos extraños emergen de él. Charlie empieza a hacer algunos recados para el señor Bowditch, y Radar y él se hacen inseparables. Cuando el anciano fallece, le deja una cinta de casete que contiene una historia increíble: el gran secreto de Bowditch, que ha guardado durante toda su vida, es que dentro de su cobertizo existe un portal que conduce a otro mundo