A Carmelo Soria lo asesinaron dos veces. La primera muerte ocurrió en el mes de julio de 1976. Sus verdugos fueron agentes de la Brigada Mulchén de la DINA, miembros de la guardia personal de Augusto Pinochet. El crimen se cometió en la casa de Vía Naranja,
Lo Curro, sede de la agrupación Avispa comandada por Michael Townley. Carmelo fue torturado hasta que no quedó intacto ni uno solo de sus huesos. Una patada brutal terminó por quebrarle el cuello. Mediante un montaje torpe y cruel, su cuerpo fue abandonado en una zanja, simulando un suicidio.
El segundo homicidio fue perpetrado de modo ininterrumpido por los gobiernos de la Concertación, durante décadas, al no certificar categóricamente la calidad de funcionario internacional superior de Carmelo Soria, permitiendo que algunos de sus asesinos pudieran ser amnistiados.
La insistencia y el tesón de su esposa Laura González Vera, de su hija Carmen Soria, del abogado Alfonso Insunza y de pocos otros, lograron descubrir a los responsables del primer asesinato, y dejar en vergüenza y evidencia a los cobardes que cometieron el segundo
crimen.
Aquí, en este libro valiente y desgarrador, se narra la historia de ambos homicidios, y la gesta inconclusa por lograr la verdad y la justicia.