La eliminación del seleccionado japonés del Mundial de 2018 impulsa a la Asociación de Fútbol de Japón a iniciar un programa para captar jugadores de los equipos de escuelas secundarias y prepararlos para la próxima Copa del Mundo en 2022. Pero no de la forma más habitual¿El objetivo es destruir la mentalidad perdedora de los futbolistas japoneses. Para eso; introduce un nuevo y radical régimen de entrenamiento: aislar a 300 jóvenes delanteros en una escuela/prisión llamada ¿Blue Lock¿ para que entrenen rigurosamente y; así; producir al delantero más egoísta del mundo.