Alberto Vital realiza en esta obra una relectura y una comparación entre dos versiones del Evangelio de Juan. Presenta su propia interpretación, y demuestra que pueden extraerse lecciones vivas de los textos bíblicos gracias a la universalidad de los mismos. Si Jesús de Nazaret no fue el Hijo de Dios, entonces fue el mayor antropólogo y psicólogo de multitudes que haya vivido en algún punto del planeta, milenios antes de que siquiera fuera posible concebir la antropología, la psicología y la sociología como disciplinas sistemáticas. Al igual que muchos, Jesús comprendió el carácter sacrificial de la vida. Pero, al igual que pocos, propuso un cambio de raíz desde el sacrificio como muerte hasta el sacrificio como símbolo. Por añadidura, se consideró elegido y se presentó a modo de último sacrificio, para que a partir de entonces reinara la paz sobre la Tierra.