Patricia Espejo trabajó en la secretaría privada del presidente Salvador Allende durante los 1000 días de su gobierno, y en estas memorias relata su vida durante la campaña presidencial, el triunfo de la Unidad Popular y su trabajo en La Moneda. Su cercanía a Allende le permite hablar de él y su gobierno con una mirada que lo humaniza y desmitifica. Por primera vez, cincuenta años después del inicio de la UP, la que fuera parte del equipo más cercano del Doctor, como le decían sus cercanos, cuenta de sus nexos con la familia del presidente; su relación con su hija Tati, la relación de Allende con su círculo más cercano, el golpe de Estado, su exilio en Cuba y Venezuela, sus desilusiones y sus críticas, como una testigo privilegiada de un periodo crucial para el país.