Una emotiva historia sobre un perro y su dueña.Tango teni´a cinco meses cuando me adopto´. E´l no me eligio´porque la familia, como todos sabemos, no se elige, pero me acepto´con mucho carin~o. Yo debi´a protegerle, pero en realidad siempre fue Tango el que cuido´de mi´. Eso es una familia: seres que se cuidan y se quieren. Y Tango, por suerte, siempre sera´la mi´a.